¿Qué es? Y cuales son los riesgos y ventajas de la electroestimulación

Significado y beneficios de la electroestimulación?

La electroestimulación es un tipo de actividad fisioterapéutica enfocada en el fortalecimiento de los tejidos musculares. Cuando nos enfrentamos a una lesión o sufrimos un dolor que nos provoca una movilidad funcional limitada, es muy posible que tu fisioterapeuta recurra a la electroestimulación como parte del programa de rehabilitación.

Casos en los que es habitual utilizar la electroestimulación:

  • Dolor lumbar
  • Dolor post-quirúrgico
  • Pérdida de masa muscular.
  • Flacidez muscular.
  • Tendinitis.
  • Bursitis.

Si has sufrido recientemente una lesión, presentas una inflamación después de un golpe o has experimentado una importante pérdida de masa muscular por pérdida de movilidad, sería aconsejable incluir un pequeño tratamiento de electroestimulación dentro del programa de recuperación.

A la hora de usar la electroestimulación podemos encontrar diferentes circunstancias que motiven su utilización. Los casos más habituales en los que es habitual utilizar este tipo de técnicas dentro de la fisioterapia, suelen ser los asociados a la tonificación muscular cuando existe una inflamación que nos impide trabajar el músculo con un ejercicio más activo.

También observamos que uno de los casos en los que los fisioterapeutas recurren a la electroestimulación muscular, son los casos en los que el músculo ha experimentado una pérdida importante de masa después de un tiempo prolongado de inmovilización.

Por otro lado, en los últimos tiempos los fisioterapeutas han incluido los electroestimuladores para tratar directamente el dolor de la espalda, concretamente, la zona de la lumbar y las cervicales.

electroestimulacion en zona cervical

Gracias a estos dispositivos, los músculos experimentan una contracción regular que refuerza la musculatura sin el riesgo de realizar movimientos peligrosos que puedan provocar una lesión. Por este motivo, este tipo de técnicas se ha convertido en una técnica muy efectiva e inocua en la tonificación muscular.

Cada vez son más los casos en los que se está utilizando la electroestimulación en el tratamiento de dolores musculares crónicos. Si estás pensando en este tipo de técnicas para mejorar una dolencia muscular crónica deberías consultar, primero, con un fisioterapeuta. Los fisios son los profesionales que deben valorar de antemano si tu dolencia es adecuada para la electroestimulación.

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Qué opinan los profesionales de la electroestimulación

Dentro de la comunidad fisioterapéutica existe una gran polémica sobre si este tipo de técnica es ideal para todos los casos y si realmente es efectiva. La electroestimulación es una actividad física relativamente pasiva ya que el paciente no debe realizar ningún tipo de esfuerzo en la contracción muscular.

Está comprobado que los programas de rehabilitación más exitosos incluyen la participación activa del paciente ya que es necesario que aprendan los movimientos y ejercicios adecuados para su condición específica. Con la electroestimulación esta falta de implicación física en la recuperación supone un escollo a nivel funcional.

Por esta razón, los fisioterapeutas más escépticos exponen que la utilización de electroestimulación de forma exclusiva en un programa de rehabilitación no es tan efectiva como otros tipos de programas, y aconsejan utilizar este tipo de técnicas como complemento a un programa de rehabilitación integral.

Qué pódemos esperar de la electroestimulación

Como funciona la electro estimulacion

Si tu fisioterapeuta decide utilizar la electroestimulación dentro del programa de rehabilitación, te debería explicar de forma detallada todo el proceso y los beneficios o ventajas que puedes esperar con este tipo de técnicas. El procedimiento convencional con los electroestimuladores es el siguiente:

  • Limpiar la zona que vamos a tratar y secarnos la piel con una toalla seca.
  • El fisioterapeuta aplicará unos electrodos sobre la superficie de la piel. Estos electrodos irán conectados al dispositivo electroestimulador.
  • Es aconsejable comenzar con una intensidad leve que nos ejercerá un leve hormigueo.
  • A continuación, aumentaremos la intensidad para aumentar el nivel de contracción sin que resulte doloroso o incómodo.
  • Si buscamos la rehabilitación o alivio de dolor muscular debemos mantener la zona tratada lo más relajada posible. Si por otra banda, la intención es mejorar la fuerza muscular deberemos contraer el músculo de forma voluntaria a la misma vez que el electroestimulador ejerce la contracción sobre el músculo.

Consejo FundacionconSalud: La aplicación de impulsos eléctricos puede resultar incómoda, pero nunca debe doler. Si sientes dolor durante la estimulación eléctrica, informa a tu fisioterapeuta para que ajuste la intensidad del electroestimulador.

Tipos de electroestimulación

Tu fisioterapeuta utilizará diferentes tipos de estimulación eléctrica para realizar diferentes tareas. Estas pueden ser las siguientes:

Tens

La estimulación neuromuscular eléctrica transcutánea (TENS) es una modalidad de terapia física utilizada para controlar el dolor agudo y crónico en la fisioterapia.

Tu fisioterapeuta utilizará TENS en el tratamiento de zonas de dolor aplicando unos electrodos sobre la zona que quiera trabajar. La actividad de los impulsos eléctricos tiene la función de bloquear las señales de dolor que intercepta el cerebro.

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Iontoforesis:

Es un tipo de electroestimulación que se utiliza con el objetivo de mejorar y facilitar la distribución y absorción de los medicamentos en nuestro cuerpo. La corriente eléctrica mejora la absorción de los medicamentos a través de la piel.

Cuando nuestro fisioterapeuta trate una inflamación o una contractura es muy probable que utilice algún tipo de medicamento en el tratamiento.  Gracias a la electroestimulación conseguiremos mejorar la absorción del medicamento y potenciaremos su eficacia.

Los impulsos eléctricos son muy beneficiosos al trabajar la calcificación en las tendinitis. Gracias a la corriente eléctrica ayudaremos a reducir la descomposición de los depósitos de calcio que se forman en este tipo de dolencia.

Estimulación eléctrico neuromuscular (EMS)

La NMES es una aplicación de impulsos eléctricos sobre un solo músculo o un grupo de músculos con el objetivo de generar una contracción intermitente del músculo que estamos trabajando.

El fisioterapeuta colocará unos electrodos sobre la superficie de la zona que queremos tratar, en unos puntos que determinará el profesional, en función de la localización y condición del músculo.

La contratación del músculo mediante electroestimulación ayuda a mejorar el ritmo de contracción de los músculos que queremos trabajar. El fisioterapeuta es el encargado de establecer el ajuste y los parámetros de intensidad que oscilaran entre una contracción suave o fuerte, según el tratamiento que se establezca. Junto a la estimulación muscular también se promueve el flujo sanguíneo en la zona tratada. Con la NMES, también conseguimos relajar el músculo cuando trabajamos las contracturas.

Electroestimulación Rusa (corriente de KOTS)

Este tipo de electroestimulación es muy similar a la NMES con la diferencia que este tipo de electroestimuladores utilizan un tipo diferente de ondas. Según la experiencia de miles de usuarios, este tipo de impulsos eléctricos son más fáciles de soportar por lo que tiene una mejor tolerancia por los pacientes.

Corriente interferencial (IFC)

La corriente interferencial es un tipo de electro estimulación que suelen utilizar los fisioterapeutas con el objetivo de reducir el dolor, descontracturar o estimular el flujo sanguíneo en los tejidos musculares.

La corriente interferencial utiliza, como norma general, 4 electrodos en un patrón entrelazado. Esto hace que las corrientes que se ejecutan entre los electrodos “interfieran” entre sí, y permite que el fisioterapeuta pueda utilizar un impulso eléctrico de mayor intensidad de una forma casi imperceptible para el paciente.

Corriente Galvánica

La electroestimulación galvánica utiliza una electricidad de alto voltaje con una frecuencia de nivel bajo con el objetivo de penetrar en el interior de los tejidos musculares. Es una técnica muy utilizada en la mejora de la movilidad funcional, aunque también se utiliza para la relajación de las contracturas y la reducción del dolor lumbar.

Debemos tener en cuenta que, por norma general, la electroestimulación es un tratamiento pasivo ya que el paciente no debe realizar ningún movimiento ni esfuerzo mientras actúa el electroestimulador. Solo la electroestimulación rusa y la NMES precisan de una `participación más activa por parte del paciente durante el tratamiento.

Consejo FundacionconSalud: a la hora de tonificar o rehabilitar la musculatura nunca debemos utilizar los electroestimuladores de forma exclusiva. La comunidad fisioterapéutica coincide en señalar que la electroestimulación es un complemento más de los programas fisioterapéuticos y es imprescindible que los pacientes colaboren activamente en cualquier tipo de rehabilitación si quieren obtener resultados satisfactorios. En todoS los programas de rehabilitación, es necesario complementar el uso de electroestimuladores con ejercicios y movimientos específicos para cada dolencia.

Riesgos de la electroestimulación

riesgos y contraindicaciones

Si nuestro fisioterapeuta quiere utilizar electroestimuladores en nuestro programa de rehabilitación, debemos informarnos de los diferentes beneficios y contraindicaciones asociadas a este tipo de tratamientos.

Debemos saber que existen algunos riesgos en la utilización de los electroestimuladores y ser conscientes de que trabajamos con dispositivos eléctricos que pueden agravar nuestra dolencia o, incluso, lesionarnos.

Como norma habitual, aunque no es frecuente, los riesgos asociados a este tipo de dispositivos son:

  • Desgarro muscular
  • Quemadura tisular
  • Irritación o enrojecimiento de la piel

 

Si experimentas un desgarro muscular

Si la corriente eléctrica de nuestro electroestimulador no se ajusta a la intensidad correcta podemos sufrir una lesión importante a nivel muscular. Cuando la intensidad es más alta de lo que nuestro músculo puede aguantar, es muy probable que suframos un desgarro de los tejidos musculares.

En el caso de sufrir una lesión de este tipo, debemos parar inmediatamente el electroestimulador y valorar el alcance la lesión. En la mayoría de los casos, bastará con un pequeño período de reposo, alternado con sesiones diarias de 15 -20 minutos de hielo.

En casos de irritación de la piel.

Algunas modalidades de electroestimulación pueden ocasionar pequeños enrojecimientos o irritación en la zona donde hemos colocado los electrodos. Por ejemplo, la Iontoforesis utiliza un impulso eléctrico de corriente directa que puede causar irritación cutánea.

Las personas con un tipo de piel sensible suelen ser más vulnerables a este tipo de afecciones, así que es aconsejable que después de cada sesión utilicemos un humectante como puede ser el Aloe Vera en la zona de los electrodos y adhesivos. Si observamos un enrojecimiento de la zona tratada durante el uso del electroestimulador debemos parar la sesión y aplicarnos una loción relajante sobre la zona afectada.

Si sufrimos una lesión tisular

Este tipo de lesión suele ir asociado a la utilización de una intensidad demasiado alta para nuestros tejidos musculares. Es una lesión a nivel cutáneo, motivo por el cual, si sufrimos este tipo de lesión debemos para la sesión y tratarnos la piel con el objetivo de recuperarla lo antes posible para poder continuar con el tratamiento.

Es obligación de nuestro fisioterapeuta que la electroestimulación se utilice de forma correcta para minimizar, al máximo posible, los riesgos y peligros relacionados con la utilización de los electroestimuladores.

Alternativas a la estimulación eléctrica

Si por nuestras circunstancias físicas, no podemos someternos a un tratamiento complementado con electroestimulación, nuestro fisioterapeuta nos propondrá otras alternativas con las que podamos completar nuestra rehabilitación.

Si padeces un dolor o sufres una movilidad funcional limitada consulta con tu fisioterapeuta la viabilidad de utilizar este tipo de dispositivos en función de las características de tu dolencia.

Cuando te sometas a un programa de electroestimulación, tu fisioterapeuta tendrá en cuenta las contraindicaciones asociadas al uso del electroestimulador, no obstante, e siempre importante indicarle cualquier condición de nuestra dolencia que pueda ocasionar una interacción negativa con el uso de estos dispositivos.