Cómo puedes hacer un gel antiséptico en casa

desinfectante manos casero
Con este tiempo tan cambiante, que tan rápido pasa del viento más helado a la más agradable primavera, se crea el caldo de cultivo ideal para los resfriados.

Además, como hay personas que no conocen las medidas adecuadas para evitar contagiar al resto en espacios públicos como el metro o las oficinas, es interesante que siempre lleves encima un gel hidroalcohólico o, lo que es lo mismo, un desinfectante de manos.

Fácil de transportar porque puedes meterlo en el bolso o en un bolsillo del abrigo sin problema, al tenerlo cerca evitarás que te contagien y, también, que puedas contagiar a la gente que te rodea, dado que la higiene de las manos es mucho más importante de lo que puede parecer a simple vista.

El problema es que con la paranoia del coronavirus se están agotando las reservas en los supermercados y farmacias, así como produciéndose un encarecimiento del producto.

Además, si lo utilizas con frecuencia, al final supone un desembolso económico constante. Y uno fácilmente evitable.

Precisamente para que no te afecten estas desventajas, te voy a enseñar el mejor método para que hagas tu propio gel desinfectante de manos casero, una receta sencilla y eficaz llena de beneficios.

Advertencias: los puntos clave que no puedes saltarte

Antes de ponernos en modo laboratorio, hay una serie de pautas que tienes que tener muy en mente, para que no cometas errores y obtengas un producto 100% eficaz.

Lo más importante es que el gel que elabores debe tener al menos un 60% de alcohol isopropílico, pues solo de esta manera será capaz de acabar con los gérmenes y prevenir las infecciones.

En caso de que sufras problemas de dermatitis, alergias o piel sensible, esto puede ser un problema, ya que lo más seguro es que irrite tu dermis.

Para contrarrestar, añade un mínimo de un 30% de gel de aloe vera a la mezcla, para que acabe con la inflamación y las molestias.

Aunque, por supuesto, esto no sirve de nada si tampoco sabes utilizarlo. En esa línea, tienes que prestar especial atención a la hora de echarlo. El líquido desinfectante debe cubrir toda la superficie de las manos.

Además, debes dejar que se seque bien. Así que extiéndelo con ganas y no quites los restos que queden después.

Siempre que toques superficies como barras de metro, úsalo. Y, en caso de tener las manos sucias (llenas de grasa, por ejemplo) lávalas antes con agua, porque si solo usas el gel hidroalcohólico, acabarás con la suciedad visible pero no con los gérmenes.

Su elaboración paso a paso

elaborar gel hidroalcoholicoCon todo esto bien presente, ha llegado el momento de hacer la compra, ponerse el mandil y comenzar con la mezcla. ¡Que no cunda el pánico, porque es bien sencilla!

Lo primero, por supuesto, es conseguir todos los ingredientes clave, que son los siguientes:

  • Alcohol isopropílico. El elemento fundamental, que es el que impide la proliferación de microorganismos en tu piel. Lo mejor es que utilices el etanol con una concentración del 70% e incluso mayor.
  • Gel de aloe vera. Ya hemos dicho que contrarresta el posible daño generado en la dermis. Este ingrediente completamente natural es ideal por sus múltiples beneficios para la piel y, encima, actúa a su vez como conservante.
  • Aceite de árbol de té. Además de aportar una agradable sensación de frescor y limpieza, sus elevadas propiedades antibacterianas y antivirales lo convierten en una buena ayuda.
  • Aceite de lavanda. Es capaz de combatir virus y bacterias, así que también echa una mano contra la contaminación. Por si fuera poco, su estupendo aroma aporta un toque ideal a este combo, que puede aumentarse si lo combinas con otros aceites esenciales al gusto, como pueden ser el de rosa mosqueta, el de coco o incluso añadir toques de limón o eucalipto.
  • Dos envases. O uno, al gusto. El primero será para guardar la mezcla y poder llevarla siempre encima, por lo que te recomiendo que sea un frasco transparente de 100 mililitros con un buen dispensador. Y, el segundo, es para guardar el resto del contenido y con él vayas rellenando el envase pequeño.

Una vez los tengas, ya estás lista para comenzar la creación. Para que te resulte más sencillo, vamos a explicarlo paso a paso.

  1. En un recipiente -si es de cristal, mejor- añade ocho cucharadas grandes de gel de aloe vera, ya sea comprado o extraído directamente de la planta.
  2. Remueve un poco y después incorpora 90 mililitros de alcohol isopropílico. Lo mejor es que midas en líquido en sí, pero si no tienes manera de hacerlo, ten en cuenta que equivale aproximadamente a seis cucharadas.
  3. Mezcla un poco más y, ahora, agrega el resto de elementos con un cuentagotas estéril. Las cantidades son las siguientes: 16 gotas de aceite del árbol del té y otras 10 de aceite esencial de lavanda. Y, ya opcional, 5 gotitas del aceite esencial que te guste más para perfumarlo.
  4. Ayudándote de una cuchara, remueve bien la mezcla hasta que quede un resultado homogéneo y con un toque gelatinoso. Puedes añadir más o menos cantidad de aceites hasta que des con la textura que más te agrade.
  5. Por último, solo tienes que echar el resultado en el frasco. Ayúdate de un embudo para hacerlo y, también, para traspasar la cantidad que quieras al pequeño envase que usarás fuera de casa.

Otra opción más sencilla pero agresiva con tu piel es mezclar 800 ml de alcohol isopropílico con 40ml de agua oxigenada y 15 ml de glicerina. Solo tienes que mezclar bien y dejar reposar durante tres días.

Esta fórmula es más fuerte y engorrosa, por lo que personalmente la recomiendo menos, pero lo dejo a tu elección.

Como ves, en realidad es súper sencillo de elaborar y tampoco tiene mucho misterio. Solo tienes que asegurarte de hacerte con unos ingredientes de calidad, que serán los que te ayuden a cuidar tu piel y mantenerla libre de microbios.

Las ventajas del gel hidroalcohólico de elaboración propia

gel hidroalcoholico desinfectante manosLos Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CCPEEU) recomiendan el uso de estos producto como alternativa al agua tibia y jabón neutro.

Ambos métodos son igual de eficaces a la hora de desinfectar las manos, pero… ¿es igual de útil el que puedes hacer por tu cuenta que el que compras en grandes superficies?

La respuesta es sí, pero con matices. Obviamente, nunca podremos llegar al nivel de desinfección que tienen los productos comerciales. Así que si quieres protegerte en condiciones, echa un vistazo a estas opciones

Y los expertos son reticentes en que hagamos nuestros geles desinfectantes caseros, ya que al incluir una gran cantidad de alcohol, si no se formula adecuadamente, puede causar irritación y dañar la piel

Lo que sí está claro es que realizar tu propio desinfectante tiene algunas ventajas, como son las siguientes:

El ahorro. Ya lo hemos dicho, pero al final la compra de este producto supone un gasto continuo, uno mayor ahora que se está especulando como su precio. Al hacerlo tú, recortas el dinero destinado a esta partida.

Control de calidad. Al elegir tú los componentes que utilizas, puedes esquivar los conservantes, los irritantes o aquellos químicos tóxicos que son dañinos para la salud y que pueden afectar a tu dermis si eres de piel sensible.

Completamente personalizado. Como tú eliges qué le añades y en qué cantidad, puedes controlar la consistencia final de gel, así como el olor que tendrá, algo que no sucede cuando te haces con él en tiendas.

La comodidad. Con un puñado de ingredientes puedes elaborar grandes cantidades. Así no tendrás que salir de casa con este clima a buscarlo, que siempre es un engorro y hace que te arriesgues a pillar algún catarro.

Cuidado del medioambiente. Que consumimos mucho plástico en una realidad, por lo que si en vez de comprar pequeños botes de gel cada pocas semanas lo elaboras tú y reutilizas un mismo envase, estarás haciéndole un favor a nuestro planeta.

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Otras medidas que debes tomar para evitar el contagio

Lo último antes de terminar, es recordarte una serie de pautas muy útiles para evitar el contagio y llevar una correcta higiene.

Por ejemplo, ten en cuenta que cada lavado de manos debe durar al menos 20 segundos y que tienes que abarcar cada rincón de las mismas.

Debes hacerlo después de estornudar o toser, antes de ingerir alimentos y después de ir al baño.

No olvides desinfectarlas cuando toques elementos u objetos públicos, como barandillas o monedas que nos den de cambio, pero también cuando estreches la mano de desconocidos (¡aunque no uses el gel en su presencia, que es de mala educación!).

Un detalle que no solemos tener en cuenta es nuestro propio teléfono móvil. Elemento indispensable de nuestras vidas, es también un contenedor de gérmenes, así que no te olvides de desinfectar su superficie, usando un papel mojado ligeramente con tu gel antiséptico casero.

Pero, sobre todo, no debes dejar que cunda el pánico. Si sigues los consejos de la Organización Mundial de la Salud y cuidas tu higiene, es muy difícil que enfermes por estos motivos.

Así que no temas salir a la calle y llevar una vida normal. Para sentirte seguro, solo debes tener siempre a mano tu gel desinfectante casero ¡y usarlo cuando toque!