Protector solar casero: ventajas, inconvenientes y receta

protector solar casero
Los protectores solares son formulaciones utilizadas para mitigar o aliviar los efectos adversos de la radiación ultravioleta sobre la piel, que es la causa evitable más importante del cáncer de piel.

Hay muchas opciones en el mercado, pero como cualquier otro cosmético también pueden elaborarse en casa utilizando filtros inorgánicos y orgánicos, que actúan para reflejar o absorber la radiación UV.

En este artículo vamos a darte la receta de una crema solar casera, y también vamos a hablar de las ventajas e inconvenientes de los protectores caseros, para que conozcas todas sus implicaciones y puedas hacer la elección más acertada.

Además, también es muy importante partir de la base de conocer exactamente qué técnicas no nos protegerán la dermis, para evitar cometer fallos.

¿Por qué deberías probar un protector solar casero?

Si lo principal y más importante en un cosmético son sus ingredientes, está claro que los que utilizan en la mayoría de los protectores del mercado dejan mucho que desear.

Ingredientes como la Oxibenzona (detectado en la leche materna, alergias cutáneas generalizadas, imita al estrógeno en el cuerpo, ligado a la endometriosis, etc. etc.); el Octinoxato (también se encuentra en la leche materna, produce problemas de alergia y también actúa como una hormona en el cuerpo); o los parabenos están presentes en muchos protectores comerciales.

En resumidas cuentas, hay que elegir entre un filtro «químico», con una estabilidad inferior, que penetra en la piel y pueden alterar el sistema hormonal del cuerpo; y los filtros «minerales», fabricados con zinc y titanio, a menudo «micronizados» o que contienen nanopartículas.

Aunque ya hay marcas que usan filtros físicos sin nano partículas, siendo esta la mejor opción de todas para favorecer la efectividad y la salud de nuestro organismo. Como no es sencillo encontrar un producto de estas características, aquí os dejo uno de los que yo encontré, el solar de Nezeni Cosmetics, que me gusta mucho y es el que utilizo normalmente.

Ahora bien, volviendo a lo que nos interesa, con esta receta, no tendrás que elegir nada, solo hacerte con los ingredientes necesarios y ¡ponerte manos a la obra!

Cómo hacer un protector solar casero

Necesitarás:

  • Un baño María
  • Peso de cocina
  • Mascarilla (para no respirar el óxido de zinc)
  • Frascos o recipientes

Ingredientes:

  • 90 g de aceite de coco (orgánico, sin refinar, aceite de coco virgen)
  • 65 g de un aceite portador (puede ser aceite de almendras orgánico y sin refinar, o aceite de jojoba)
  • 30 g de cera candelilla
  • 28 g de manteca de karité
  • 40 g de óxido de zinc (sin recubrimiento)
  • 1/2 cucharadita de Vitamina E

Procedimiento:

Pesa y mezcla todos los ingredientes (excepto el óxido de zinc, que se agrega al final) en un recipiente de cristal.

Coloca el recipiente de cristal sobre una olla poco profunda con agua hirviendo a fuego lento, para que los ingredientes se derritan por completo (remuévelo con frecuencia para ayudar a que se distribuyan uniformemente).

Retira el recipiente de la olla y añade el óxido de zinc lentamente, removiéndolo mientras lo añades. Mézclalo bien y vuélvelo a mezclar.

Vierte el protector con cuidado en el recipiente de tu elección y deja que enfríe. La consistencia del producto una vez frío es como una mantequilla espesa y muy suave, que se derrite cuando lo frotas contra la piel.

Filtro solar óxido de zinc, ventajas e inconvenientes

El filtro utilizado en esta crema es el óxido de zinc, no está recubierto, no está compuesto por nanopartículas, y no está micronizado, lo que significa que sus partículas no pueden entrar en el cuerpo, algo que muchos otros protectores ciertamente no pueden afirmar.

Sin embargo el óxido de zinc es un ingrediente reactivo, por lo que no es posible garantizar que su dispersión sea estable a lo largo del tiempo en un solar casero.

Es una partícula fuertemente cargada y tiende a formar aglomeraciones, que a lo mejor no somos capaces de detectar, ya que por lo general son invisibles a simple vista.

Para ser eficaz, un protector debe ser de amplio espectro, lo que significa que puede filtrar tanto los rayos UVA como los UVB, que son responsables de los efectos perjudiciales de la radiación sobre la piel.

Mientras que los UVB interactúan directamente con el ADN causando mutaciones que pueden derivar en carcinomas, las longitudes de onda UVA interactúan indirectamente, induciendo la producción de radicales libres que pueden dañar indirectamente el ADN y causar daño a las proteínas, lo que contribuye al fotoenvejecimiento.

Este filtro, junto con el resto de ingredientes que incluye la fórmula, ofrece una protección de alto espectro contra los rayos UVA y UVB.

Una de las medidas más importantes de un protector es el FPS, que es el Factor de Protección Solar, un estándar aceptado internacionalmente por el cual se evalúa la eficacia de los solares. Es una medida relativa de cuánto tiempo un protector puede proteger de los rayos UVB.

En este protector casero no se puede saber con exactitud qué nivel de FPS tiene.

La receta, tal y como está descrita, contiene aproximadamente un 20% de óxido de zinc, lo que puede ofrecer al menos un FPS de 20. El aceite de coco también tiene un factor FPS natural, por lo que es una adición útil para aumentar el FPS.

Pero al no tener certeza, no se puede saber cuánto tiempo se puede permanecer seguro bajo el sol. Un gran inconveniente que tienen los protectores caseros.

Además, el FPS se ve afectado por todos los ingredientes de la formulación, así como por la técnica de fabricación utilizada.

No sólo es importante la correcta dispersión de los filtros -lo que sólo se consigue con equipos de laboratorio profesionales-, sino que toda la composición de la fórmula también afecta al FPS.

Puedes modificar el nivel de protección añadiendo más o menos filtro. Aquí tienes una pequeña guía:

  • FPS 2-5: Usa un 5% de óxido de zinc
  • FPS 6-11: Utiliza 10% de óxido de zinc
  • FPS 12-19: Usa 15% de óxido de zinc
  • FPS 20+: Usa un 20% de óxido de zinc

Pero recuerda, añadir más o menos óxido de zinc cambiará la «sensación» del protector solar, haciéndolo más grueso o más fino.

No voy a mentirte. Obviamente, al ser un cosmético casero, no se ha probado ni medido su eficacia en ningún laboratorio. Su efectividad solo se puede medir observando subjetivamente la piel, un método que no es exacto y que no prueba que la formulación sea efectiva.

¿Cómo funciona este protector solar y como se aplica?

aplicar protectorLos filtros minerales son diferentes a los químicos que incluyen otros productos comerciales. Esta receta no contiene ingredientes tóxicos que se absorben en la piel y proporcionan «impermeabilidad», sino que se asienta en la superficie de la piel y refleja los rayos del sol.

Esto significa que es necesario volver a aplicar la crema a menudo, mientras bajo el sol. Al igual que otros solares a base de minerales, hay que volver a aplicarlo al menos cada hora o dos horas.

Y aunque tiene cera candelilla, un ingrediente que ayuda a repeler el agua, como muchos otros protectores, se disuelve al nadar o sudar, por eso hay que volver a aplicarlo cada vez que te mojes o sudes.

Además, la crema se solidificará cuando esté a baja temperatura, y se derretirá cuando haga calor. Nada de esto afecta la función del solar. Si se enfría y se solidifica, ponlo en un lugar cálido y viceversa.

Si te preocupa que el protector te deje la cara o el cuerpo blanco, tranquilo, no lo hará. Al aplicarlo la piel se pondrá blanca, pero una vez que lo frotes y repartas uniformemente, se derretirá en la piel y no dejará ningún rastro o residuo blanco.

La correcta aplicación debe ser generosa, así que no escatimes en crema.

Vida útil

Gran pregunta. La vitamina E le da una estabilidad bastante buena, en términos de acción conservadora. Dicho esto, dependerá mucho del envase que utilices para su conservación, ya que si es un frasco o tarro con tapa, al introducir los dedos para recoger el producto se puede contaminar fácilmente.

También depende del aceite base que utilices, pero aproximadamente entre 6 meses y un año. Hay que conservarlo en un armario oscuro y fresco. Además, puedes guardarlo en el frigorífico para que dure más tiempo.

Si al abrirlo desprende un olor raro, es que se ha estropeado.

En resumen, hacer tu propio protector casero es una opción, pero no siempre es lo más recomendable.

Sigue las recomendaciones de los dermatólogos en todo momento para no llevarte una sorpresa. Si tu protector solar no está perfectamente elaborado, con todos sus ingredientes uniformemente dispersos y estabilizados, lo más probable es que no consigas una protección uniforme en tu piel.

Si prefieres no arriesgarte y utilizar un protector comercial, te damos las mejores opciones en este artículo.