13 errores que cometes al lavarte la cara
Lavarse la cara parece el paso más sencillo en una rutina de cuidado de la piel ¿verdad? Lo llevas haciendo toda tu vida y, bueno, tu cara sigue pegada, así que, ¿cuál es el problema?
El problema es que si no lo haces bien, puedes estar causando más daño que bien, y eso puede resultar en algunos problemas bastante significativos, como sequedad, irritación y flacidez prematura y arrugas.
Usar un limpiador equivocado para tu tipo de piel
No todos los limpiadores van bien para todas las pieles. Esta es la razón por la que tantas marcas de cuidado de la piel crean líneas de productos para cada tipo de piel y preocupación.
Así que, si tienes la piel sensible, utiliza un limpiador suave e hidratante. Si tu piel es grasa o es propensa al acné, un limpiador a base de ácido salicílico te ayudará a eliminar el exceso de grasa y suciedad.
Y si tu piel tiende a secarse, te irá mejor con un limpiador en crema que puede ayudar a que la capa superior de la piel retenga más humedad.
La piel de alrededor de los ojos es muy sensible para ello te damos unas recomendaciones de los mejores desmaquillantes de ojos.
No leer la lista de ingredientes
Todos somos culpables de leer sólo el frente de los envases cosméticos. ¿Elimina el maquillaje y limpia los poros obstruidos? Genial, a la cesta. Pero cuando nos saltamos la lista de ingredientes, nos faltan datos importantes, como las sustancias químicas a las que muchos de nosotros somos alérgicos.
Por ejemplo, el lauril sulfato de sodio es un agente espumante común, pero también es un irritante severo si se usa todos los días.
La fragancia o perfume en el limpiador es similar, y es innecesaria, así que vale la pena explorar más a fondo la próxima vez que compres uno.
Saltarte la limpieza de la mañana
Puedes llegar a la conclusión de que lavarte la cara antes de ir a dormir es todo lo que tu piel necesita para despertarse limpia y fresca, pero hacer otra limpieza por la mañana es muy recomendable.
Esto tiene una explicación. Los gérmenes presentes en la funda de tu almohada se transfieren a tu cara mientras duermes. Pero incluso si lavas tus fundas de almohada con frecuencia, una limpieza por la mañana es el mejor camino a seguir.
Cuando dormimos, damos vueltas en la cama, y las bacterias de la saliva y los aceites del cabello se transfieren fácilmente a la cara y a los ojos.
La limpieza matutina puede deshacerse de estas impurezas y dejar la piel fresca y receptiva para absorber mejor los demás productos para el cuidado de la piel que se aplican a continuación.
Si necesitas algunas recomendaciones sobre el uso del agua micelar entra en este artículo, también te puede interesar el que tenemos sobre el agua micelar casero.
Limpiar durante demasiado tiempo
La cantidad de tiempo que pasas limpiando tu cara no se correlaciona con lo bien que la limpias. Lo normal suele ser unos 20 ó 30 segundos, pero más tiempo que ese podría hacer más daño que bien. Lee el artículo que tenemos referente a la doble limpieza facial.
Además, frotar en exceso, especialmente cuando estás utilizando un limpiador con gránulos exfoliantes puede provocar irritación y enrojecimiento de la piel.
Moja tu cara con un poco de agua tibia y utiliza las yemas de los dedos para aplicar el limpiador en un movimiento circular. Una vez que haya formado una buena espuma, aclara y seca.
Aclarar con agua caliente
El agua caliente no es amiga de tu piel, especialmente en un área tan sensible como la cara.
Puede que sea agradable -sobre todo si es un frío día de invierno-, pero al aplicar agua caliente estás interfiriendo en la forma en que tu piel se protege a sí misma, y posiblemente estés causando algún daño.
Las temperaturas extremas pueden causar dilatación de los vasos sanguíneos y la rotura de tejidos delicados.
Además, el agua caliente despoja a la piel de la barrera de aceite necesaria para mantener la integridad de la piel.
Esto significa que tu piel se secará más rápido y se volverá más escamosa y con más picor con el tiempo. En su lugar, es mejor utilizar agua tibia para aclarase la cara.
Sobre limpiar la piel
Lo óptimo es lavarse la cara dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche, con la excepción de después de los entrenamientos y la sudoración excesiva.
Si lo haces más de dos veces al día, puedes condenar a tu piel a la sequedad e irritación, o peor aún, a que produzca demasiada grasa.
En resumen: Si no has utilizado maquillaje, no has sudado en exceso y no te has puesto protector solar, sigue la rutina de dos veces al día. Te damos una orientación sobre los mejores limpiadores faciales del mercado.
Utilizar un limpiador facial para eliminar el maquillaje
No todos los limpiadores pueden eliminar el maquillaje, ya que depende de la base que tenga -agua o aceite-.
Muchos productos de maquillaje tienen una base de aceite, por lo que un limpiador a base de agua no puede eliminarlo por completo, por la sencilla razón de que el agua y el aceite se repelen.
Además, algunas marcas de maquillaje son a prueba de agua o impermeables, por lo que los limpiadores básicos no lo eliminan completamente. Te damos información sobre el agua micelar del mercadona según nuestra experiencia con ella.
Por esta razón, es importante utilizar un agua micelar, desmaquillante suave, o desmaquillante a base de aceite para disolver el maquillaje antes de lavar la piel, especialmente cuando se trata de maquillaje de larga duración.
Aquí tienes una selección de las mejores aguas micelares del mercado.
Secarte con una toalla de ducha
Cuando sales de la ducha, ¿te secas la cara y el cuerpo con la misma toalla? Aunque todo tu cuerpo esté recién limpio, no quieres transferir las bacterias de tu cuerpo a tu cara -diferentes microorganismos viven en diferentes áreas del cuerpo-.
En su lugar, ten siempre una toalla apartada para secarte la cara, y utilízala solo tú. O aún mejor, utiliza tissues de papel de usar y tirar.
Exfoliar más de una o dos veces por semana
Esta regla es especialmente importante si el limpiador que utilizas es también exfoliante.
La exfoliación puede ayudar a eliminar las células muertas que se acumulan en la superficie de la piel para mejorar la luminosidad.
Pero exfoliarla en exceso puede producir micro desgarros en la capa externa de la piel que conducen a inflamación e irritación. En general, la mayoría de las personas no necesitan exfoliarse más de una o dos veces por semana.
Lavarse la cara después de usar una mascarilla
La mayoría de las mascarillas y peelings indican que debes lavarte la cara antes de usar su producto. Esto se debe a que los tratamientos de la piel requieren un rostro completamente limpio para que los ingredientes puedan penetrar completamente.
Por eso, no es necesario volver a limpiar la piel después de aplicar una mascarilla.
Las mascarillas son capaces de suministrar ingredientes beneficiosos un 300 por ciento más concentrados que los serums, así que deja que tu piel disfrute de sus beneficios de hidratación y reparación.
Usar incorrectamente el tónico
Por alguna razón, muchos de nosotras todavía estamos confundidas sobre el papel que juega el tónico cuando se trata de la limpieza.
Antiguamente, los tónicos se utilizaban para eliminar el aceite extra de la piel, y eran principalmente a base de alcohol. Pero ahora los tónicos son bastante más suaves.
La mayoría equilibran el pH de la piel, además de proporcionar una fina capa de hidratación como si fuera una imprimación. Tómate el tiempo para conocer tu tónico ideal y cómo encajarlo en tu rutina de limpieza.
Empieza a usarlo sólo una vez al día para asegurarte de que no provoca brotes ni sequedad en la piel antes de aumentar su uso a dos veces al día después de la limpieza.
No hidratar inmediatamente después de la limpieza
Que es cuando marca una gran diferencia. De hecho, los expertos recomiendan aplicar la crema hidratante justo después de lavarse la cara.
Si esperas unos minutos, las células de la superficie se deshidratan y en realidad son más difíciles de hidratar de nuevo.
Los hidratantes proporcionan ingredientes clave para nutrir tu piel, dejando con una superficie limpia e hidratada.
Abusar de las toallitas desmaquillantes
Puede que sea hora de romper con las toallitas desmaquillantes; sí, sabemos que son la opción rápida y fácil, pero ¿a qué precio para tu piel?
La mayoría están cargadas con productos químicos que, sin duda, disolverán el maquillaje, pero los surfactantes y emulsionantes tienden a agravarse.
Por no hablar de la limpieza que implica el uso de una máscara de pestañas, que deja tu cara como un oso panda. Para ello debes usar un buen desmaquillante de ojos.