Los beneficios del irrigador bucal
Seguro que has ido muchísimas veces al dentista y te has avergonzado cuando has tenido que responder negativamente a la pregunta: ¿Mantienes una higiene bucal saludable?
Pues la verdad es que no tienes que avergonzarte porque hay mucha gente que no se preocupa lo suficiente de mantener una higiene bocal saludable. De hecho, hay estudios que determinan que solo la mitad de las personas utilizamos hilo dental en nuestra higiene, e incluso un 18% de la población no lo utiliza en absoluto.
La Asociación Dental Americana recomienda usar el hilo dental todos los días, además de cepillarnos los dientes, al menos, dos veces a lo largo del día. Pero, ¿qué beneficios aporta mantener una higiene dental? Especialmente si ya te cepillas los dientes dos veces al día, como lo recomiendan los profesionales dentales.
Vamos a discutir los beneficios de usar el hilo dental en nuestra limpieza y cómo puedes hacerlo de una forma más fácil y menos dolorosa.
Tanto el irrigador como el hilo previenen la placa bacteriana
Utilizar hilo dental ayuda a limpiar las zonas de nuestra dentadura donde el cepillo de dientes (incluso el cepillo de dientes eléctrico) no llega. Con esto conseguimos evitar que se acumule la placa bacteriana, que es una placa pegajosa que se forma en el contorno de nuestros dientes y que está compuesta de bacterias y azúcares. Esta placa es muy difícil de advertir visualmente y si no la eliminamos se extiende con mucha rapidez.
Por su cualidad de incolora, es fácil presuponer que simplemente cepillándonos los dientes dos veces al día es suficiente. ¿por qué harías más si tus dientes están bien como están? Pero el problema es que si dejas la placa, se endurecerá y se acabará convirtiendo en sarro, que es de color amarillo o marrón. Una vez que aparece el sarro en nuestros dientes, no queda más remedio que visitar a nuestro dentista para poder eliminarlo.
La acumulación de sarro puede causar gingivitis, que se materializa en una hinchazón de las encías, y que corresponde a la primera etapa de la enfermedad de las encías. La placa y el sarro se traspasan fácilmente por debajo de la línea de la encía, donde las bacterias pueden provocar la enfermedad severa de la encía, que también se conoce como enfermedad periodontal.
Puede que no conozcas mucho la enfermedad de las encías, pero a partir de ahora deberías tenerla presente porque puede llegar a ser muy dolorosa, y eventualmente conducirá a la caries dental y, en algunos casos incluso, a la pérdida de dientes.
El hilo y el irrigador dental previenen la enfermedad de las encías.
Eliminar la placa bacteriana de nuestros dientes y de la línea de la encía donde el cepillado no es capaz de limpiar correctamente los residuos acumulados, ayudará a reducir los riesgos de acabar sufriendo la enfermedad periodontal. Esta enfermedad acaba afectando a la mitad de la población a lo largo de su vida y, aunque es cierto que hay algunas personas que son más propensas que otras, puede afectar a cualquiera.
Se han realizado algunos estudios para comparar los efectos de la utilización de hilo dental y todos concluyen las personas que se habían aplicado el hilo dental en su higiene bucal, presentaban un número mucho más bajo de bacterias asociadas a la enfermedad de las encías que las personas que no utilizaron el hilo dental.
Mantener la boca sana es muy importante para tu salud a nivel general. La enfermedad periodontal se ha ligado a muchas enfermedades crónicas, particularmente, a la enfermedad cardíaca crónica. De hecho, se piensa que los que sufren la enfermedad periodontal tienen el doble de probabilidades de sufrir una cardiopatía.
Estos estudios concluyeron que existe un mayor riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca en pacientes con enfermedad periodontal que en pacientes con colesterol alto.
Hay muchos estudios que investigan los vínculos entre la enfermedad de las encías y las enfermedades cardíacas. Se piensa que las bacterias que causan la enfermedad de la encía, entran en el torrente sanguíneo, y se instalan en los tejidos adiposos.
Esto puede causar coágulos sanguíneos que pueden causar ataques de corazón o derrames cerebrales. También puede causar hinchazón en los vasos sanguíneos, provocando su endurecimiento, lo que significa que tu corazón tiene que trabajar más intensamente para bombear la sangre alrededor del cuerpo, una circunstancia que aumentará peligrosamente nuestra presión arterial.
La enfermedad periodontal también se relaciona con otras enfermedades aunque aún no se ha podido establecer las causas. Los pacientes con diabetes que sufren la enfermedad de las encías experimentan más dificultad para controlar su nivel de azúcar en la sangre, respecto a los pacientes con diabetes que tienen una higiene bucal saludable.
Las bacterias en la enfermedad de las encías pueden causar o acentuar las afecciones pulmonares, particularmente en las personas de edad avanzada. La mala salud bucal en las mujeres embarazadas también se ha relacionado con nacimientos prematuros, lo que significa que los bebés nacen con un peso por debajo de lo aconsejable en el nacimiento.
El hilo y los irrigadores bucales mejoran la eficacia del cepillado de dientes.
La combinación de cepillar tus dientes con la aplicación de un irrigador bucal ofrece una limpieza más exhaustiva y, por lo tanto, más efectiva que un simple cepillado. Idealmente, el mejor momento para utilizar el hilo o irrigador dental, como recomiendan los dentistas, es antes de cepillarlos.
Esto no solo se debe a su capacidad para reblandecer y eliminar la placa. Con el irrigador podremos eliminar los residuos de alimentos que se acumulan entre los dientes que, sin su utilización, bloquearían la acción del cepillo de dientes.
Quitando estos residuos de nuestros dientes y encías antes de cepillarnos, permitirá que la pasta y el cepillo de dientes lleguen a más zonas de nuestra boca, y de la misma manera facilitará que el enjuague bucal tenga un mayor efecto en el fortalecimiento de nuestro esmalte.
Con un irrigador bucal puedes ahorrar dinero
Utilizando un irrigador o hilo dental junto al cepillado regular de tus dientes, te estás asegurando una higiene bucal saludable previniendo enfermedades como la periodontal, al igual, que reduciendo el riesgo de aparición de caries. Mantener esta rutina en el tiempo te ahorrará mucho dinero en empastes.
Pasarnos el hilo dental o un irrigador bucal ocupa muy poco tiempo o esfuerzo y es fácil de implementar dentro de nuestra rutina diaria de limpieza. Bastará con dos o tres minutos adicionales al día y merecerá mucho la pena cuando comprobemos que no tendremos que pagar más dinero por costosos y dolorosos empastes en nuestro dentista.
Si no te sientes cómodo con el uso del hilo dental puedes utilizar irrigadores dentales que son unos dispositivos muy fáciles de utilizar y muy eficaces en la limpieza profunda de la placa bacteriana.
Gracias al irrigador tendrás una sonrisa más bonita.
Muchas personas creen que el irrigador dental solo es necesario cuando tenemos algún resto de comida bloqueado en nuestros dientes, pero también es muy efectivo en la eliminación de la placa bacteriana que aunque no sea visible cuando la eliminamos nuestros dientes parecen visualmente más limpios y brillantes.
Es cierto que el irrigador es muy efectivo para deshacernos de los desechos de comida que se almacenan entre los dientes, pero también es muy efectivo para aquellas personas que utilizan ortodoncia y odian que la comida se quede pegada a los alambres metálicos de la ortodoncia.
Otras maneras de mantener tu boca sana
Mantener buenas prácticas de higiene bucal es la manera más importante de asegurarnos que nuestra boca esté sana. Asegurándonos de que las bacterias dentales y la acumulación de placa se mantengan al mínimo, conseguiremos establecer una rutina de higiene bucal adecuada.
Pero hay otras maneras que podemos incorporar en nuestro de estilo de vida que ayudarán a mantener nuestra higiene en niveles los deseados:
Además de incorporar estos hábitos en tu rutina diaria, debemos tener claro que no siempre nuestro cuerpo está igual de preparado para resistir a la enfermedad periodontal. Las fluctuaciones hormonales que experimenta nuestro organismo a lo largo de la vida hacen que en determinados momentos seamos más vulnerables a sufrir una enfermedad.
Por otro lado, algunos medicamentos también pueden hacernos más vulnerables, como por ejemplo, los que reducen significativamente la cantidad de saliva de nuestra boca. Una disminución de los niveles de saliva aumentará el riesgo de formación de placa bacteriana.
La reducción de nuestro sistema inmunológico provocado por otras enfermedades o tratamientos aumenta el riesgo de sufrir la enfermedad de las encías.
Por ejemplo, si estamos realizando un tratamiento contra el cáncer o tomando determinados fármacos, como los que nos prescriben cuando nos hemos sometido a un trasplante de órganos, nuestra capacidad inmunológica estará muy mermada y por lo tanto seremos muy vulnerables a la enfermedad.
Conclusión
Con todo lo que hemos comentado ya sabes por qué el hilo o los irrigadores dentales son tan importantes en el correcto mantenimiento de nuestra higiene bucal.
Si ya lo tienes claro y vas a comprarte un irrigador, echa un ojo a nuestra revisión de irrigadores dentales que hemos elaborado después de hacer un cotejamiento exhaustivo de los diferentes modelo que podemos encontrar.